La profesión de padres es la más difícil, por eso requiere de actualización continua

La semana que viene comenzamos un pequeño viaje  de tres sesiones donde aprenderemos, recordaremos y ampliaremos nuestras habilidades para educar desde el respeto, generar confianza mutua, construir relaciones sanas y salir del desequilibrio entre el autoritarismo y la permisividad. En definitiva, una alternativa práctica a lo que estamos haciendo (y que no nos funciona) y que nos ayude a seguir creciendo y avanzando en nuestra tarea educativa

“Un niño que no tenga cubiertas sus necesidades emocionales no está preparado para aprender, un padre que no establece una conexión respetuosa con sus hijos no puede ayudarlos en los momentos de mayor tensión familiar”

Eva, socia de Volem desde sus inicios, ya realizó este curso el año pasado en Orba y nos cuenta su experiencia.

Cuando nos planteamos hacer un curso de este tipo lo hacemos desde la idea de «quiero una solución ya». Necesitamos efectividad y resolución de nuestros problemas de manera rápida, sin darnos tiempo a indagar en lo «profundo». Y este método nos lleva a quitarnos máscaras y nos deja solos ante la honestidad de nuestros pensamientos. Sólo desde ahí nos promete la ansiada solución.
En este curso se enfrentan creencias y valores arraigados frente a necesidades. Se impone la escucha tanto propia como la del otro. Se busca llegar a la esencia de cada uno y se dejan a un lado los prejuicios. Después de haberlo realizado puedo decir que nunca antes tuve tal capacidad de poder entender el por qué de las acciones del otro… Únicamente sintiendo lo que ellos ( y yo) sienten, sin filtro alguno por mi parte, se llega al entendimiento. 

pet-icondef2 No es tarea fácil pero cuando llegas, es difícil dejar de verlo. Es difícil dejar de sentir esos destellos de individualidad que cada ser humano tiene. Y te das cuenta que cuando de verdad te escuchan (sin creencias ni prejuicios de por medio) te sientes arropado y tienes ganas de solucionar los problemas, cosa que no ocurre desde el autoritarismo.

Las personas tenemos ese sexto sentido y sabemos diferenciarlo aunque a veces parezca que se nos ha olvidado. Solo si estás dispuesto a indagar en la profundidad a un ritmo lento y alejado del estrés del pensamiento diario Isa y Celia te dan las herramientas con las que llegar a ese lugar, ayudándonos a conectar con la escucha y a entrenarla. ¡Nadie dijo que fuera fácil!

Eva, mamá de Pau

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Taller de adornos navideños en Volem Créixer

Especial y mágico. El talle de Adornos Navideños ya es un clásico en Volem Créixer. De la mano de Empar, una maestra sin igual, y su acompañante la bellísima Enma. Pues Empar, que es como una Hada que con su barita de purpurina, su sonrisa y su buen hacer, consigue que la mañana del sábado sea un remanso de unión, a través de la original actividad que este año nos propuso.

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A grandes y pequeños la mañana se nos pasó como un suspiro y nos vimos todos absortos en la creación de bolas de Navidad con purpurina. Sí, esas bolas de cristal que estaba Papa Noel dentro, le dabas la vuelta y como magia, nevaba purpurina o nieve.  Quedaron unos botes de cristal estupendos y genialmente decorados, el ingenio se agudiza y cada uno iba poniendo su toque particular. Cada año se supera y lo de este año ha sido colosal. La gran maestra dice que su cabeza ya está trabajando en la idea del año que viene ¡Esto de Volem no para de crecer!

Gracias Empar por regalarnos estos momentos de magia junto nuestros hijos, esto se queda grabado en el corazón, y gracias a todos por participar en este día tan esperado en la familia Volem.

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«Nos disfrazan alimentos insanos hasta el punto de que los confundimos con comida saludable». Entrevista a Julio Basulto.

Foto Julio Basulto, tamaño carnet

Julio Basulto es diplomado en nutrición humana y dietética por la Universidad de Barcelona. Ha trabajado como editor en la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, órgano de difusión científica de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (AEDN) y es miembro de diferentes grupos, paneles, sociedades o comités de expertos. Coautor junto a M.ª José Mateo, de No más dieta y Secretos de la gente sana  y autor en solitario Se me hace bola.  Es, además, padre de tres hijas.
Leer a Julio Basulto es además de muy entretenido, muy útil si quieres saber un poco más de  cómo va esto de alimentar a tus hijos de forma más saludable. «Se me hace Bola» va camino de convertirse ya en un clásico, como aquel «Mi niño no me come» de Carlos González o «Dormir sin Lágrimas» de Rosa Jové…de hecho, actualmente, va el primero en la lista de libros más leídos de su categoría en la Fnac…no nos extraña.

Con un lenguaje muy claro y directo, sin pelos en la lengua y con reseñas a numerosos estudios, artículos de revistas médicas y científicas especializadas, recomendaciones de la  OMS y de las Autoridades Sanitarias Nacionales, Europeas e Internacionales….Julio nos demuestra que es posible proporcionar a nuestros hijos una alimentación sana si eliminamos lo superfluo y  escuchamos a nuestros pequeños. No solo eso, con más de 1300 fans en facebook y con su cuenta de twitter echando humo con unos 1700 seguidores, Julio no para de aportar casi a diario información valiosísima sobre esto de «comer bien». Es un lujazo seguirle.

En Volem Crèixer estamos muy concienciados con la alimentación que queremos proporcionar a nuestros pequeños y hemos querido que Julio nos cuente en primera persona lo que sabe sobre todo esto ( y sabe mucho) y llenarle la charla con las miles de preguntas que, inevitablemente, tenemos como mamás y papás a la hora de poner el plato en la mesa. Será el próximo domingo 24 de noviembre en el Teatret de Alfara del Patriarca…y estáis todos invitados. Tenéis toda la información al respecto aquí

Antes de la charla, no hemos podido evitar hacerle ya las primeras preguntas, aquí os las dejamos, y, para todas las demás, nos vemos el día 24.

 – Hola Julio, muchas gracias por atendernos. Eres encantador, no sé si te lo han dicho alguna vez, creemos que sí.

Gracias a vosotras. Lo de encantador…pues me lo dice a menudo alguien, mi mujer, que es mucho más encantadora que yo, pero muchísimas gracias de todas maneras. A mí también me parecéis vosotras encantadoras, así que genial: ¡todos encantados!

 – La primera pregunta es inevitable y casi obvia….¿ Por qué a la mayoría de nuestros niños se les hace «bola » la comida?¿ No es muy raro que sea prácticamente a todos?

Buena pregunta. Sí, la verdad es que es raro, porque lo normal debería ser que disfrutaran comiendo, igual que disfrutan jugando. En realidad sometemos constantemente a los niños a presiones injustificadas. El proceso de aprendizaje, por ejemplo, que debería ser una satisfacción, se convierte para muchos niños en una tortura diaria. Supongo que por eso triunfó tanto (merecidamente) el vídeo “La educación prohibida”  que ahora mismo ya lleva 8,5 millones de reproducciones.

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– Te declaras admirador del pediatra  Carlos González ( que escribe el prólogo de tu libro) y del pediatra Luis Ruiz ( que escribe el Epílogo)….en tu Twitter llegas a decir » Que hable Carlos y calle el hombre..»…los tres defendéis a ultranza que nunca, nunca, nunca hay que obligar a comer a un niño….y las mamás nos resistimos…¿ Pero de verdad que nunca? ¿Ni cuando no ha comido nada en todo el día? ¿ Pero no les duele la cabeza o se sienten desfallecidos si no comen en todo el día, como nos pasa a muchos adultos ? ¿ No les dará un bajón de tensión si sólo comen medio bocata de jamón y una pera ?

Sí, soy fan declarado de Carlos, de Luis y también de Rosa Jové. Son tres genios. En cuanto a tu pregunta, pues ante un niño que no ha comido en todo el día lo único que hay que hacer es preocuparse en saber por qué no ha comido. Si es a causa de una enfermedad lo que hay que hacer es tratar la enfermedad, no obligarle a comer, algo que solo generará resistencias o aversiones.  Si es a causa de una excesiva presión de los padres, hay que disminuir esa presión. No debemos olvidar, por último, que el apetito de los niños se diferencia del apetito de los adultos en que el de los menores es más errático e impredecible, hay etapas en las que comen mucho y otras (en las que no tienen que crecer tanto, algo que solo su cuerpo sabe) en que comen menos.

 – Si en la lactancia y en la crianza lo que casi siempre funciona de verdad es que mamá y papá sigan su instinto ¿cómo luchamos contra nuestro instinto de darle a nuestros peques una cucharadita más? ..¡yo creo que esto es genético!

No sé si es verdad que la costumbre de obligar al niño a comer por encima de su apetito es instintiva. Pero sí sé que el instinto de supervivencia de un bebé (salvo en raras excepciones, que no pasarán por alto a ninguna madre) le señala cuántas calorías tiene que tomar cada día, y cuántos litros de oxígeno debe respirar cada día. Y también sabemos que dar al niño más calorías de las que necesita puede traducirse (entre otros trastornos) en obesidad, que será muy difícil de revertir en la edad adulta.

 – Vale, comprendemos que un niño en un país desarrollado es difícil que se muera de hambre, pero también puede estar siendo «mal alimentado»…porque digo yo…si mi hijo no come verduras ( por eso de la neofobia), ni carne ( y además hay que reducir su consumo), ni le gusta el pescado ( y además es que tiene mercurio…) y admite solo algo de fruta… y tengo que eliminar los alimentos con calorías vacías….entonces ¿Qué le doy a mi hijo para comer?

Hay infinidad de verduras e infinidad de maneras de prepararlas. Lo mismo con las deliciosas frutas, con las legumbres y con el resto de grupos de alimentos. En cuanto al pescado, su contenido en mercurio solo es preocupante en el atún, el pez espada y el tiburón. Sea como fuere, la cuestión es que nuestros niños están sobrenutridos, no desnutridos, como tú misma has dicho. La clave es no tener alimentos insanos en casa, predicar con el ejemplo, ofrecerle una oferta variada y apetitosa de comida sana, e intentar evitar que nuestro niño aborrezca alimentos por culpa de una insistencia desmedida. Un niño que ha comido una bolsa de ganchitos, que tiene un montón de calorías, no tendrá hambre y no comerá comida. Algo más habitual de lo que te imaginas.

– Para algunos papás y mamás es un auténtico quebradero de cabeza que su hijo solo quiera comer arroz, macarrones, tortilla y ya….días tras día…

¿Comen arroz, macarrones y tortilla?…ojalá los niños españoles comieran eso. Porque como digo, toman ingentes cantidades de alimentos superfluos. Y por eso, además de una presión injustificada a la hora de la comida, no comen bien. De todas maneras, ante un niño que de verdad (aunque me cuesta de creer) solo y exclusivamente comiera esos tres alimentos, lo que habría que hacer es servirle raciones más pequeñas de dichos alimentos (no como castigo, sino porque “no hay más, cariño”), y poner a su alcance otros grupos de alimentos saludables.

 – Sigo con el tema de los alimentos con calorías vacías…de lo que más me ha gustado de tu libro es tu «Lista  Basulto» de este tipo de alimentos que encuentras en tu visita al supermercado. Es una lista abrumadora. ¿ Cómo podemos defendernos de esto? ¿ Portazo al súper?

Pues siendo conscientes de ello. Lo peor es que mucha gente cree que los alimentos de dicha lista (pregunta y verás) son comida sana. Me conformaría con que la población se concienciara de que nos disfrazan alimentos insanos hasta el punto de que los confundimos con comida saludable.

– Pero…Julio, perdona que insista , es que el «cacao soluble de toda la vida» nos lo recomiendan por la tele hasta las mamás de los mejores deportistas de élite de este país como el mejor de los alimentos…

 Sí, lo sé. Lo ideal es que se prohibiera esa clase de anuncios, tal y como detallé en estos dos textos sobre la publicidad de alimentos y obesidad infantil y el impacto del marketing de alimentos insanos en la salud infantil. Deberíamos recordar que cuando un alimento necesita anunciarse en la tele para que pensemos que es sano, mala señal.

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– ¿Es tan malo el azúcar?

Lo malo es abusar del azúcar…algo que es la norma y no la excepción. Y no abusamos tanto del azúcar que tenemos en el azucarero, sino más bien del que anda escondido en la gran parte de los alimentos de esa lista que has comentado antes. Mi próximo libro (“Comer y correr”), que estoy acabando de escribir, junto al Dr. Juanjo Cáceres (@juanjocaceresn), incluye uno de los últimos análisis sobre el azúcar, que publicó en enero de 2012 (revista British Medical Journal) el Grupo Consultivo de Expertos de la OMS dedicado a la dieta y la salud. Dicho análisis concluyó que “la ingesta de azúcares o de bebidas azucaradas es un determinante del peso corporal”. Una revisión sistemática de la literatura científica publicada en la revista American Journal of Clinical Nutrition (octubre de 2013) observó que: “El consumo de bebidas azucaradas promueve la ganancia de peso en niños y adultos” . Cuidado, porque cuando escriben “bebidas azucaradas” no se refieren solo a los típicos refrescos de cola, de naranja o de limón, también hacen referencia a las bebidas deportivas.

– Reproduces una frase que pronunció Stephen Hawking cuando le concedieron el Príncipe de Asturias: » En una sociedad democrática , los ciudadanos necesitan tener unos conocimientos básicos de las cuestiones científicas , de modo que pueden tomar decisiones informadas y no depender únicamente de los expertos» Desde hace tiempo pienso que una mamá tiene que ser un poco ginecóloga, matrona y asesora de lactancia si quiere establecer de manera exitosa la lactancia materna de su hijo tras el parto, un poco  pediatra para decir NO a los suplementos , no agobiarse con el peso del bebé y no atender a los consejos erróneos sobre la introducción de la alimentación complementaria y un poco nutricionista para conseguir una alimentación que de verdad sea equilibrada para sus hijos….¿no es demasiado?

Efectivamente, es demasiado. En realidad el objetivo fundamental de mis libros es formar a los profesionales sanitarios. El lenguaje es accesible a todo el mundo, como sabes (o eso intento) pero te aseguro que los escribo pensando en dar herramientas sólidas a quienes luego van a tener nuestra salud en sus manos.

– Por cierto, ya que hemos sacado el tema. Tu defensa de la lactancia materna en el libro es directa, clara, contundente, sin tapujos, das en el clavo. ¿ Por qué una persona puede ser pediatra en este país sin conocer nada sobre lactancia materna?

 Es deprimente. Tan absurdo como un profesor que se vanagloria de que no le gustan los niños (y los hay). El propio Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría reconoce que “la formación de los profesionales sanitarios es inadecuada e incompleta”, como puedes comprobar aquí. No sé la solución, desde luego, es un tema complejo, pero sí sé que deberían tomarse medidas serias para prohibir la publicidad (directa o encubierta) de fórmulas infantiles. Sería un paso importante.

– ¿Qué piensas de la macrobiótica para niños? ¿es segura?

Hay diversos grados en la macrobiótica y dependiendo del grado será más o menos segura, como expliqué en mi libro “No más dieta”. La base de la macrobiótica, en cualquier caso, no tiene sentido alguno. La división de alimentos en yin y yang es arbitraria y un sinsentido se mire como se mire. El principal fallo de la macrobiótica moderna (que huye de los antiguos postulados que consideraban lo ideal una dieta a base de arroz integral y nada más –algo que mató a mucha gente-) es la promoción injustificada del consumo de algas, algo peligroso para nuestra glándula tiroides (más todavía para la de los niños), como puedes comprobar en este texto que redacté hace poco junto al periodista Antonio Ortí.

– Hay una frase de tu libro que me encanta: » No escribo para caerte bien, sino para mejorar la salud pública»…¿ A quién le puedes caer mal ( como nutricionista digo, claro) escribiendo este fantástico libro?

Muchas gracias por lo de “fantástico”. En cuanto a quién puedo caerle mal, pues a muchísima gente. Repasemos esta entrevista y verás: a los macrobióticos, a los naturistas que creen que las algas son sanadoras, a los vendedores de leches artificiales, a los pediatras que piensan que las madres que dan el pecho más allá de un año son unas extremistas, a los publicistas que nos quieren convencer que las bebidas azucaradas nos acercan a la felicidad…etcétera y más etcétera. Pero si llegamos al principio de la entrevista verás que os caigo bien a vosotras (por eso me habéis invitado, cosa que agradezco enormemente) y a mi mujer. También a mis niñas y a unos cuantos amigos. Además, trabajo en lo que me gusta e intento mejorar la salud de la población. ¿Qué más se puede pedir?

– Bueno Julio, seguiría preguntándote sin límites, pero lo dejamos aquí. Seguimos hablando el 24 de noviembre . Será todo un placer escucharte.

El placer ha sido mío. Gracias de nuevo por todo y un abrazo.

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Entrevista realizada por Lorena Moncholi, socia de Volem Créixer.

Día mundial del sueño feliz 2013

Hoy es el día Mundial del Sueño Feliz.

Desde Volem Créixer apoyamos esta gran iniciativa porque creemos que el sueño infantil debe ser entendido como un proceso natural del niño, y como tal, hay que respetarlo y acompañar a nuestros hijos, siendo atendidos siempre que lo necesiten y desde luego no dejándolos llorar solos cuando nos llaman.

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Hay un excelente documental llamadoEl cerebro del bebé” que toda persona debería ver antes de ser padre (realmente todo el mundo debería verlo) En él describe cómo funciona el cerebro de un bebé y por qué no hay que dejar llorar a los niños. Punset entrevista a Sue Gerhardt, considerada como una de las mayores expertas en su campo de investigación y las conclusiones que se extraen son bastante contradictorias con muchas de las recomendaciones recibidas por profesionales de la salud o la psicología, por parte de profesionales conductistas (Ferber, Estivill…) y de la sabiduría popular.

La explicación que da es esta. Los bebés nacen con un cerebro inmaduro por cuestiones de espacio. De esperar más tiempo a que ese cerebro estuviera totalmente maduro la cabeza de los bebés no pasaría por el canal del parto. Es por ello que debe madurar en el exterior, creando nuevas conexiones y creciendo con las vivencias que les aportemos, y lo hace además a la mayor velocidad de crecimiento que jamás alcanzará  ya que dobla su tamaño.Entre los muchos sistemas que se desarrollan desde el nacimiento hasta los dos años están los que utilizamos para gestionar nuestra vida emocional: la respuesta al estrés, por ejemplo. Por lo tanto, dado que el cerebro está inmaduro lo importante es que el bebé no se estrese demasiado. Los bebés no pueden gestionar un estrés excesivo. No pueden deshacerse de su propio cortisol.frases

El cortisol es una hormona que se segrega en situaciones de estrés. Para que una persona esté emocionalmente estable, debe tener un nivel de cortisol equilibrado. Los bebés no saben qué hacer con él, por tanto, cualquier cantidad de cortisol superior a la que deberían tener es un exceso de estrés que no saben eliminar. El exceso de cortisol activa la amígdala del cerebro, que es el órgano encargado del control de las emociones, emitiendo una señal de alarma de que algo no va bien. Si un niño crece con una cantidad de cortisol constantemente elevada, porque le dejan llorar mucho o porque se estresa con facilidad, la amígdala se acaba acostumbrando a ese cortisol sobrante y deja de emitir la señal de alarma. Al no haber alarma el cerebro no ofrece una respuesta de gestión a ese estrés y el individuo acaba por no saber manejar esas situaciones que le generan ansiedad. Por eso, Sue Gerhardt indica que “lo importante es que el bebé no se estrese demasiado”. “A los bebés les resultan estresantes cosas relativamente pequeñas. Por ejemplo, para un bebé estar lejos de su cuidador durante demasiado tiempo es muy estresante ¡porque le va en ello la supervivencia!. Un bebé no sabe si sobrevivirá o no: necesita a alguien que le cuide.”

Os dejamos también un artículo de  Ibone Olza, psiquiatra infantil, donde habla de los efectos devastadores del método Estivill  y el evento en Facebook con más detalles de  esta iniciativa.

¡¡¡Felices sueños!!!

Yolanda González: » En el desarrollo emocional, es más apropiado acompañar, ir de la mano de la criatura y no cinco pasos por delante»

Entrevista a Yolanda González para el blog de Volem Créixer

Yolanda González es psicóloga clínica y psicoterapeuta y, muy probablemente, una de las mayores expertas de nuestro país en la Teoría del Apego. Especializada en prevención infantil desde el embarazo y el parto, se dedica, entre otras muchas cosas, a acompañar e inspirar a diferentes grupos de madres y padres que buscan crear con sus hijos un vínculo seguro y amoroso. En muy pocos días vamos a tener ocasión de escucharla en directo en una conferencia organizada por Volem Créixer que versará sobre la envidia, los celos y la mentira. Pero antes nos ha concedido una entrevista en la que queremos abordar su visión general de la crianza desde la Teoría del Apego y aprender un poquito más a “Amar sin miedo a malcriar”.portada libro

– Somos madres y padres con un bebé en nuestros brazos, ¿qué hacer para procurarle una infancia feliz?

Este es un deseo muy natural, siempre queremos lo mejor para nuestros hijos. Sin embargo, hemos de reconocer que no recibimos formación para ello. En cualquier profesión se requiere preparación. Para ser padres, si queremos evitar la transmisión intergeneracional de modelos educativos y de crianza poco saludables, hemos de encontrar espacios para la reflexión y la formación, sea a nivel grupal o personal.

– ¿En qué consiste la prevención infantil? ¿Cuál es su función?

La función de la prevención infantil es evitar el sufrimiento estéril en la primera infancia.  El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. Por tanto, se trata de evitar los trastornos psicosomáticos, entre otros objetivos. Además, desde la teoría del apego, promovemos el desarrollo saludable en la primera infancia a través del vínculo seguro.

– ¿Se podría decir entonces que el amor incondicional de unos padres es la mejor prevención de trastornos psicosomáticos posteriores?

Lo que previene, en cierta medida, no es el amor abstracto, sino la presencia emocional coherente, el contacto y la empatía con las necesidades emocionales.

– ¿Por qué nos cuesta tanto empatizar? ¿Es que no estamos entrenados en «ponernos en el lugar de los demás» y mucho menos en el lugar de los niños?

La empatía no es tanto cuestión de entrenamiento, como de sentimiento. 

Si de pequeños hemos sentido que nos acompañaban y conectaban con nuestras emociones, es más probable que haya una predisposición a la empatía natural. Si, por el contrario, no tuvimos la mirada, la escucha y la atención necesaria, aunque pongamos voluntad, nos costará mucho más, porque nuestra vivencia infantil no lo favorece. De cualquier forma, siempre es posible cambiar el chip y acercarnos a los pequeños desde una actitud más amorosa. Pero, en primer lugar,  se necesita reconocer con humildad que hay dificultad. Y en segundo lugar, buscar espacios que favorezcan la comprensión de las emociones infantiles y el proceso psicoafectivo del desarrollo en la infancia.006D1ALA001_1

– En muchas ocasiones hemos escuchado en sus declaraciones que prefiere hablar de acompañamiento y no de educación. ¿Cuál es la diferencia?

El concepto de educar puede tener varias connotaciones. Conviene tener presente que hay una tendencia a considerar que los pequeños «no saben» y nosotros, los adultos, debemos enseñarles. Se confunde el aprendizaje intelectual y de normas sociales  con el respeto por los procesos emocionales naturales, que no deben enseñarse, ni corregirse, sino comprenderse y, en todo caso, canalizarse según el caso. Por tanto, en el desarrollo emocional, es más apropiado acompañar, ir de la mano de la criatura y no cinco pasos por delante como es bastante habitual.

– ¿La clave de un buen acompañamiento de nuestros hijos está en el tipo de vínculo que construyamos con ellos?

El tipo de vínculo que formemos dependerá también del modo de acompañar, por supuesto.

– ¿De qué factores depende esa construcción del vínculo?

Son varios los factores que favorecen un vínculo seguro o un vínculo inseguro. Necesitaríamos bastante tiempo para desarrollarlo adecuadamente. Básicamente, la presencia emocional, la empatía, la respuesta sensible e inmediata en función de la edad  y la capacidad para contactar con las necesidades emocionales son aspectos fundamentales para la creación de un vínculo seguro.

– «Apego» es una palabra que está en boca de cada vez más padres que intentan desmarcarse de la crianza autoritaria o conductista, pero ¿sabemos bien en qué consiste la crianza con apego?

 Efectivamente, es un concepto muy utilizado, pero que, en ocasiones, no se conoce suficientemente. Esto lo he observado bastantes veces en conferencias o talleres: hay bastante confusión al respecto, aunque muy buena intención en la voluntad de criar con apego.

– Explíqueme por qué no hablar de límites y sí de autorregulación.

No se trata de no hablar de límites. Profesionalmente, considero que los límites son necesarios, pero hay que saber cuándo, cómo y por qué se plantean. Es otro concepto muy utilizado. Sin embargo, ¿ se valora el momento y la forma de realizarlo? La autorregulación no se opone al concepto de límites. El problema es que se ha abusado de ese término para dar solución a cualquier «conflicto», que en realidad no representaba problema en sí mismo, sino que es el reflejo de  una falta de comprensión de la dinámica emocional del momento o una dificultad para encontrar la respuesta adecuada por parte del adulto a dicho «problema». Los límites son necesarios, pero tienen  características precisas en función de la edad de la criatura, el contexto, etc.. Y el “cómo” se plantean también es un tema fundamental, para evitar caer en el autoritarismo por todos conocido.yolanda2

– ¿Cómo desterrar la idea que muchos adultos mantienen de que los niños son tiranos y que prueban y chantajean a los mayores?

Es un tópico muy extendido. Desde esa posición, establecemos kilómetros de distancia entre el adulto y la criatura. Nuevamente, hay mucho desconocimiento en esa afirmación. Claroque un pequeño puede llegar a ser «tirano» en condiciones determinadas, pero no es la característica de la Infancia.Lo que más sobresale en la infancia es la necesidad de ser amados, comprendidos, y lo que más necesitan es complicidad, no mano dura. Podría extenderme mucho sobre el fundamento en el que se basa semejante falsa creencia, pero esencialmente responde a la incomprensión o ignorancia de los procesos evolutivos emocionales en la infancia.

– Tras su dilatada experiencia tratando con padres y niños, ¿quién diría que no entiende a quién?

Cuando aparece el desencuentro, ni los padres entienden al bebé-niño y mucho menos el bebé-niño comprende lo que le pasa, pues tan sólo siente. Y siente profundamente la desarmonía. Y sufre. Los padres sufren  también, pero el que más lo acusa es el pequeño, por su dependencia y vulnerabilidad. Veo tantos casos en la consulta o en los grupos de padres de este tipo de desencuentros, que cuando logramos CAMBIAR LA MIRADA, se disuelve «mágicamente»  el desencuentro…  y aparece lo que todos necesitamos, especialmente para  los peques que dependen totalmente del adulto. ¿Qué emerge? Esto que aparece es el Amor y la armonía. No es magia, aunque lo parece. Lo que ha ocurrido es que  se han disuelto nudos de percepción equivocada en el adulto. No es el pequeño quien debe cambiar. Las criaturas son inmaduras y son nuestro espejo, nos agrade o no. Somos nosotros, los adultos, profesionales, padres y educadores, los que debemos cuestionarnos si realmente los estamos viendo en lo que son y necesitan. Si somos capaces de empatizar y olvidarnos de nuestro rígido objetivo de la obediencia, en muchas ocasiones, poco razonable para su edad.547752_10151400628106738_1149444561_n

– Usted suele lanzar mensajes realistas pero también cargados de optimismo porque cree en la posibilidad del cambio. Dígame que es posible que los padres abandonemos el adultocentrismo y aprendamos a mirar con ojos de niño.

Si no creyera y, sobre todo, comprobara una y mil veces que es posible CAMBIAR, abandonaría mi profesión. Es posible cambiar, mirar con otra mirada y lograr entre todos una sociedad más saludable, amorosa y armónica que la nuestra.

 

María Marieta